jueves, 17 de mayo de 2018

EL GRAN EDDY

¿Quién no conoce a Eduardo de Maria? ¿Quién en el mundo del toro y del festejo popular no conoce a Eddy? ¿ Qué aficionado que haya ido a ver algún encierro a cualquier pueblo de España no ha coincidido con este chico? Me atrevería a asegurar que nadie en este mundillo y es que Eddy se lo ha ganado a pulso por su carisma, por su compañerismo y por su simpatía. Somos muchos los que hemos crecido viendo a Eddy en acción: recortando los toros, saltándoselos, haciendo de pastor, realizando quiebros, saltos a pies atados y su famoso salto de la capucha que tantas y tantas vueltas ha dado por las diferentes  plazas de toros. ¿Recortador ó saltador? ¿Saltador ó recortador?  Eso es lo de menos porque todo lo que hace Eddy delante de la cara de un toro tiene un mérito tremendo.



Son tantos los kilómetros recorridos, tantos los años al pie del cañón y tantas y tantas las plazas pisadas que hubiese sido un verdadero milagro no poder contar con algún sustito ó percance. Uno de los más reseñables fue el que se produjo en Navalcarnero  (su plaza) en 2011, cuando Eddy se disponía a realizar un salto y el toro le hizo un extraño topandose de frente con el. Apuesto a que fueron muchas las muestras de cariño que Eddy recibió durante esos días.


Después de una larga carrera haciendo lo que más le gusta que era estar delante de un toro, después de haber triunfado en tantos y tantos sitios, después de haber logrado el reconocimiento y cariño de tanta gente,  a Eddy le quedaba un sueño por conquistar. Pisar el ruedo de Las Ventas en un concurso de recortadores,  palabras mayores, y esa espinita se vio recompensada el año pasado en el homenaje a Julián Gómez Carpio, gran amigo suyo. Eddy por fin pisaba el ruedo venteño y si bien su toro no le acompañó todo lo que el hubiera querido, esa experiencia seguro que la tendrá grabada a fuego en un rinconcito de su corazón.

Hace unas semanas nos anunció que esta sería su última temporada de concursos, seguro que fue una decisión muy difícil para el pero hay mucha gente joven y muy preparada que viene pisando fuerte y es de sabios saber echarse a un lado en el momento justo. Lo que si tenemos claro es que el gusanillo no se lo va a quitar nadie y que seguro que podremos seguir disfrutando de ese chico de pierna del chándal remangada hasta la rodilla, sudadera amarilla con su logo y nombre a la espalda y una zapatilla de cada color.


Desde nuestra Asociación estamos orgullosos que Eduardo de Maria, el gran Eddy, sea socio activo y forme parte de ella y le deseamos toda la suerte del mundo.

Gracias Eddy.


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